En la imagen podemos apre-ciar un gran monasterio con su entrada principal,
venta-nas, puertas y una pequeña torre en lo alto. Aparentemente no existe
nada extraño. Pero si nos fijamos bien, apreciaremos u-na paradoja o
incorrección espacial. En la cima, donde se encuentran los
monjes, vemos una escalera, pero ¿la escalera asciende o desciende? Y lo más importante
¿a dónde llega la escalera? Como se puede observar, es una escalera infinita, pues tiene un
principio, que es cuando comienzas el ascenso o el descenso, pero no tiene nunca un final, pues siempre acabas en el mismo lugar.
Según se dice, los monjes de este monasterio, pertenecían a algún tipo de secta y “subían” la escalera durante horas sumidos en sus pensamientos. Cuando hubieran encontrado la paz interior o la solución a sus inquietudes, podían comenzar el descenso como señal de liberación,pero nunca terminarían su camino.
Contradicción o incorrección de la paradoja o valor o interés del juego:
La contradicción resulta obvia con solo observar detenidamente el espacio que ocupa un personaje cuando sube-baja la escalera: es infinita, pues cuando un monje de la vuelta a la escalera, aparentemente subiendo o bajando, se encontrará en el mismo lugar desde el que comienza el recorrido, sin llegar nunca a ninguna parte.
Una vez más nuestro cerebro es víctima de una ilusión óptica. Tenemos que ser conscientes de que es un simple dibujo representado sobre un folio en un plano de 2 dimensiones. Si quisiéramos trasladar esa imagen a la vida real tendríamos que realizar un juego de perspectivas para llegar a la imagen que representa el dibujo, pero aún así, sería una figura imposible ya que de un modo u de otro, la escalera tendría que llevar a alguna parte que no fuera el comienzo de la misma.
Se trata de un famoso dibujo realizado por el magnífico M.C. Escher, que representa en todos sus dibujos lo que la realidad significa para él, poniendo en constante duda las leyes universales, como la gravedad, manejando la relatividad de las cosas. Para él todo es relativo, y así lo quiere representar con sus imágenes. ¿Quién dice que la escalera no lleva a ninguna parte? Lo dice la parte lógica de nuestro cerebro, pero ¿es eso realmente cierto? Es relativo. Escher quería representar en este caso particular la constante repetición de lasdiversas circunstancias a lo largo de la vida, repitiéndose constantemente una misma situación por mucho que hayamos avanzado en el camino hacia arriba o hacia abajo. Todo fluye, va hacia una única dirección, pero al final siempre acaba repitiéndose y vuelve a comenzar el ciclo.
monjes, vemos una escalera, pero ¿la escalera asciende o desciende? Y lo más importante
¿a dónde llega la escalera? Como se puede observar, es una escalera infinita, pues tiene un
principio, que es cuando comienzas el ascenso o el descenso, pero no tiene nunca un final, pues siempre acabas en el mismo lugar.
Según se dice, los monjes de este monasterio, pertenecían a algún tipo de secta y “subían” la escalera durante horas sumidos en sus pensamientos. Cuando hubieran encontrado la paz interior o la solución a sus inquietudes, podían comenzar el descenso como señal de liberación,pero nunca terminarían su camino.
Contradicción o incorrección de la paradoja o valor o interés del juego:
La contradicción resulta obvia con solo observar detenidamente el espacio que ocupa un personaje cuando sube-baja la escalera: es infinita, pues cuando un monje de la vuelta a la escalera, aparentemente subiendo o bajando, se encontrará en el mismo lugar desde el que comienza el recorrido, sin llegar nunca a ninguna parte.
Una vez más nuestro cerebro es víctima de una ilusión óptica. Tenemos que ser conscientes de que es un simple dibujo representado sobre un folio en un plano de 2 dimensiones. Si quisiéramos trasladar esa imagen a la vida real tendríamos que realizar un juego de perspectivas para llegar a la imagen que representa el dibujo, pero aún así, sería una figura imposible ya que de un modo u de otro, la escalera tendría que llevar a alguna parte que no fuera el comienzo de la misma.
Se trata de un famoso dibujo realizado por el magnífico M.C. Escher, que representa en todos sus dibujos lo que la realidad significa para él, poniendo en constante duda las leyes universales, como la gravedad, manejando la relatividad de las cosas. Para él todo es relativo, y así lo quiere representar con sus imágenes. ¿Quién dice que la escalera no lleva a ninguna parte? Lo dice la parte lógica de nuestro cerebro, pero ¿es eso realmente cierto? Es relativo. Escher quería representar en este caso particular la constante repetición de lasdiversas circunstancias a lo largo de la vida, repitiéndose constantemente una misma situación por mucho que hayamos avanzado en el camino hacia arriba o hacia abajo. Todo fluye, va hacia una única dirección, pero al final siempre acaba repitiéndose y vuelve a comenzar el ciclo.
Maurits Cornelis Escher (1898-1972). más conocido por sus iniciales como M.C. Escher, es uno de los más grandes artistas gráficos del siglo XX. Tal vez la mejor definición que se ha dado de él sea la de «uno de los más reconocibles y admirados por el gran público». Esto viene a decir que muchas personas admiran y encuentran curiosos, intrigantes y bonitos sus trabajos, aunque al principio no sepan muy bien de quién son ni conozcan realmente al autor o la época en que fueron creados.
Sus más populares obras, figuras imposibles, fondos reticulados con diversos patrones y mundos imaginarios han sido reproducidas hasta la saciedad en portadas de libros, revistas, campañas publicitarias y en todo tipo de formatos. Escher es, en cierto modo, uno de los artistas más referenciados en la «cultura popular» del siglo XX.
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