El Congreso
Anfictiónico (en homenaje a la Liga Anfictiónica de la Grecia Antigua),
convocado por Simón Bolívar desde Lima, el 7 de diciembre de 1824 y celebrado en
la Ciudad de Panamá, los día 22 de junio y 15 de julio de 1826.
Finalizada la guerra por
la independencia de Hispanoamérica, Bolívar pensó que era necesario propiciar un
espacio de encuentro en el cual participaran los países del continente
americano, con el propósito de que estudiaran, analizaran y examinaran todo lo
referente a los temas que les interesaban en el ámbito internacional. Tales
temas estaban relacionados con la consolidación de los logros alcanzados en el
campo de batalla, el resguardo de los intereses de las nuevas naciones frente a
las potencias europeas que querían recuperar los dominios perdidos en el nuevo
mundo, el fortalecimiento de la amistad entre los estados; y afianzar sobre
sólidos principios la posesión del territorio y las relaciones internacionales.
A tal efecto, Bolívar convocó el Congreso Anfictiónico de Panamá. Los siguientes
países enviaron representantes: La República de Colombia, más conocida como Gran
Colombia, término que se utiliza para distinguirla de la actual Colombia que
para ese entonces se llamaba Nueva Granada; Perú: México; las Provincias Unidas
del Centro de América; Argentina; Chile y Bolivia.
El Libertador destacó la
gran relevancia y significación del congreso en varios documentos. Ya en 1815,
en su visionaria y célebre Carta de Jamaica, había
sugerido los que, en su opinión, deberían ser los fundamentos de la alianza
hispanoamericana, como ya antes lo había soñado el Precursor Francisco de
Miranda. Además, en los programas de los dos dirigentes fue tema fundamental la
unidad de la América española, vista ésta como una sola gran nación. A tal
efecto, en la citada carta, El Libertador dijo:
“Es una idea grandiosa
pretender formar de todo el mundo nuevo una sola nación con un solo vínculo que
ligue sus partes entre sí y con el todo. Ya que tiene un origen, una lengua,
unas costumbres y una religión debería, por consiguiente, tener un solo gobierno
que confederase los diferentes Estados que hayan de formarse; mas no es posible
porque climas remotos, situaciones diversas, intereses opuestos, caracteres
desemejantes dividen a la América: "Que bello seria que el Istmo de Panamá fuera
para nosotros lo que el de Corinto para los griegos”.
Comentarios
Publicar un comentario