Los sentidos y la comida

......El que es cocinero sólo puede serlo plenamente movilizando sus cinco sentidos. Un manjar debe ser expuesto a la vista, al olfato, al gusto, por supuesto, pero también al tacto, que orienta la elección del chef entantas ocasiones y desempeña su función en la fiesta gastronómica. Es cierto que el oído parece algo ajeno al asunto; pero no se come en silencio, como tampoco en medio del estruendo; todo sonido que interfiere con la degustación participa de ésta o la contraría, de tal manera que el comer es sin lugar a dudas un fenómeno quinesiológico.....

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