No tengo país para el cual luchar. Eugene V. Debs

De "Cuándo Lucharé" ("When I Shall Fight") por Eugene V. Debs, en el periódico Appeal to Reason, número del 11 de septiembre de 1915.

"Yo no me opongo a todas las guerras, ni me opongo a luchar bajo ninguna circunstancia, y cualquier declaración en sentido contrario me inhabilitaría como revolucionario. Cuando digo que me opongo a la guerra quiero decir a la guerra de la clase dominante, porque la clase dominante es la única clase que hace la guerra. No me importa si esta guerra es ofensiva o defensiva, o cualquier otra excusa mentirosa que se le pueda inventar. Yo me opongo a ella, y que me fusilen por traición antes de que me embarque en una guerra así.

"Las guerras de los capitalistas para la conquista capitalista y el pillaje capitalista deben librarlas los propios capitalistas en lo que a mí concierne, y sobre esa cuestión, no puede haber ningún compromiso ni ninguna equivocación acerca de mi posición. No tengo ningún país por el cual luchar; porque mi país es la Tierra; soy un ciudadano del mundo. Yo no violaría mis principios por Dios, ni mucho menos por un kaiser loco, un zar salvaje, un rey degenerado, o una banda de parásitos gordinflones.

"Yo me opongo a todas las guerras, menos a una; y estoy a favor de esa guerra con todo el corazón y el alma, y esa es la guerra mundial de la revolución social. En esa guerra, estoy preparado para luchar contra la clase dominante de cualquier forma que esta lo haga necesario, incluso en las barricadas. Allí es donde me planto y donde creo que se planta el Partido Socialista, o debería plantarse, en la cuestión de la guerra."

Eugene V. Debs (Terre Haute, 1855 - Elmhurst, 1926) Político y líder laboral estadounidense. Destacado líder del movimiento obrero en la década de 1890, fundó el Partido Socialista norteamericano y fue candidato a la presidencia del país.
Hijo de una modesta familia de emigrantes alemanes, comenzó a trabajar desde muy joven en el ferrocarril. En 1875 se afilió a la Hermandad de Fogoneros; tres años después, se convirtió en editor de su revista y en 1880 ocupó la secretaría de la organización. Entre 1879 y 1883 ejerció como secretario del ayuntamiento de su ciudad natal y en 1885 fue elegido diputado del Parlamento de Indiana, sin por ello abandonar su labor sindical.
Debs, en contra de las tesis de Samuel Gompers, abogó por la unión en una sola organización de todas las hermandades de la industria ferroviaria, en lugar de una federación de éstas, y lo consiguió en 1893 con la creación de la American Railway Union, de la que fue su primer presidente. En abril de 1894 dirigió la primera huelga en demanda de mejores salarios contra la Great Northern Railroad.
Después de la violenta huelga Pullman, a la que se opuso en un principio, fue condenado a prisión durante seis meses (1895), tiempo que aprovechó para formarse en la doctrina marxista. En la campaña de 1896 apoyó al partido demcrático-popular de William J. Bryan, pero al año siguiente decidió fundar el Partido Socialista de América, al frente del cual se presentó a las elecciones de 1900.
A pesar del poco éxito conseguido -no llegó a alcanzar el 1% de los votos- siguió presentándose en sucesivas ocasiones, y en 1912 consiguió su mejor resultado con un 6% del total de votos. En 1907 contribuyó a fundar la International Workers of the World (IWW), pero pronto la abandonó por no aprobar sus actuaciones. En las elecciones de 1916 renunció a la candidatura del Partido Socialista, pero volvió a asumir su liderazgo con la entrada de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial, conflicto que Debs consideraba como una forma más de opresión hacia la clase trabajadora.
La ferocidad de sus críticas al gobierno y a la polémica Ley Smith sobre el espionaje le valieron una condena de diez años en prisión; aún así, se presentó de nuevo a las elecciones de 1920 y obtuvo más de novecientos mil votos. En 1921 el presidente Warren G. Harding le concedió el perdón, aunque no recuperó la ciudadanía. Sus últimos años los pasó en el Sanatorio de Lindlahr aquejado de diversos problemas de salud. Fue autor de numerosos artículos y discursos, en los que destacó por su brillante oratoria, y de la obra Walls and Bars, publicada después de su muerte.

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